Aqui terminamos la trilogía de elementos comunes, por lo menos los de la canción. Y la última palabra es alcohol. La fama de bebedores de los rusos es quasi legendaria, la expresión "beber como un cosaco" es significativa, y bien puedo decir que dicha fama tiene fundamento, tanto en la pequeña zona de Rusia que visité como en las repúblicas Bálticas.
De entrada cuando pides una cerveza si no especificas nada, te traerán medio litro. Si buscas en la carta de un restaurante no es extraño que pongan los precios del vodka por botellas (aparte de por copas). Y beberse una botella de vodka para comer puede llegar a ser una experiencia religiosa.... No obstante, no es precisamente en los establecimientos hosteleros del ramo donde se nota la afición a la bebida, porque una de las cosas que más me llamó la atención fue la relativa escasez de bares, cervecerías, o similares. Sin embargo esto se ve compensado por una proliferación espectacular de puntos de venta de alcohol. Muchos de ellos, sobre todo en Rusia, son una especie de kioskos (como los de prensa de acá) con horario extensivo (hasta 24h) que expenden casi exclusivamente bebidas alcoholicas si acaso unas galletitas para acompañar. Abajo se ve la foto de uno de los escaparates, sección cervezas. Obsérvese el genial invento de las bilitronas de plástico, similares a las que portan los caballeros del encabezado. Además de eso, en muchos supermercados pude observar que el alcohol tiene sección aparte con caja aparte, para que los que van a comprar bebida no pierdan el tiempo esperando a los de la barra de pan y esas cosas.
Las preferencias de los nativos de estas tierras son claras: cerveza y vodka. De este último licor hay una infinidad de variedades: con limón, con arándanos, con mandarinas, con ¡pimiento picante y miel!, con vainilla, etc, etc... Incluso se vende un brebaje llamado vodka 80 con un 80 muy grande en la etiqueta. Ese 80 alude a la gradación alcohólica: 80%. Un veneno que no me atreví a probar.
Todo esto lleva a ver gente con unas tajadas monumentales, peña tirada en el suelo un viernes a las cinco, peatones haciendo eses por el medio de una carretera y otras manifestaciones variopintas de intoxicaciones etílicas varias. Estos comportamientos gozan de bastante tolerancia. Los borrachos gozan de una bula similar a las vacas sagradas en la India.
Y aquí la camiseta estelar: el sourvenir número uno en Rusia junto con las matruskas, los iconos y los recuerdos de la época soviética. La llevo yo, por supuesto.
PPD. mi santa está viendo gran hermano 8 ¡vade retro Satanás!
4 comentarios:
Me llama la atención que no se atreviese a probar el 80º, siendo Vd.un espírítu curioso y catador como lo es.
Bebercio y comercio:
En Venecia fuimos a un sitio que llama VINI AL BOTTEGON donde bebimos unos buenos vinos y disfrutamos las mejores tapas del mondi (País Vasco incluído), según nuestro agradecido estómago opinó.
Su santa sí que sabe donde está lo clásico. 8 ediciones, 8, de GH.
Ya nos contará.
(Saludos para ella y un abrazo para VD.)
Soy de la opinión de que un pueblo culto va del Chateaux (o simplemente "chato") al espirituoso, puesto que recorridos inversos maltratan el cuerpo y el alma.
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