Cuando vas a un sitio tan lejano como Vietnam, el traslado en avión toma más de 15 horas de vuelo y un tiempo total de unas 18 h de trayecto. Por lo tanto, esta parte del viaje adquiere protagonismo y entidad propia: es una etapa más, con una duración total, ida y vuelta superior a otras. En nuestro caso, la visita a la ciudad de Hai Phong y la bahía de Halong fue, con 28 h, de duración inferior a los vuelos inicial y final.
Si ese trayecto se interrumpe en un lugar tan diferente del origen y el destino como Doha, la capital de Qatar, añade una dimensión más al viaje. Cierto que la estancia fue breve, pero el impacto del paisaje a la llegada al aeropuerto deja huella. Arena sólo interrumpida por alguna casa llegando a la costa y una carretera. Cuando desembarcamos, a las 7 de la mañana, el calor que había era considerable y no pude por menos que acordarme de Javi, que esos días estaba cerca de allí en Emiratos Arabes y ahora mismo debe estar currando en ese mismo pais. Este post está dedicado a Javi, nos acordamos de él y del calorcillo que tiene que pasar.
La compañía aérea nos metió en un avión relativamente cómodo, pero después de 7 horas, ninguno lo es demasiado. Si luego te metes en otro otras 8 horas, en los asientos centrales, descubres que el tiempo se puede hacer laaargo. Para paliar estos dañinos efectos del viaje, teníamos una miniconsola con más de 100 películas, programas de TV, juegos y música, eso sí, sin moverse del sitio.
Este año intentaré no ser tan prolijo como el pasado. Y digo prolijo por no decir pesado.
2 comentarios:
¿Fué un viaje prolijo o pesado?.
A Javi se lo han tragado las arenas del desierto.
beautiful picture:)
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