Edinburgh (2)

Entrada escrita el 18 de 12 de 2008.

De nuevo en movimiento: Esta vez el Ave, Barcelona - Madrid. Aprovecharé para terminar el periplo de Edinburgh. Porque si dejo los comentarios para más tarde, se me van amontonando temas y, al final no publico nada.

En el parque entre la old y la new town, junto al monumento dedicado a Scott han colocado, con motivo de estas entrañables fechas, unas atracciones varias entre la que destaca una noria horrorosa. ¡Si el bueno de Walter levantase la cabeza…!. Además han ubicado un par de mercados navideños en la zona.: uno tradicional escocés y otro tradicional alemán.

Sobre los mercadillos navideños podría escribir un post. Los que conozco de España son de tres tipos:

• Artesanías varias. Donde se aprecia una importante presencia de sudamericanos
• Figuritas navideñas. Bueno, de éstos, sólo conozco 2 Madrid, dentro de la plaza mayor y Santa Llucia enfrente de la catedral de Barcelona.
• Artículos de broma y derivados.

Y todos ellos carecen en buena medida de una de las principales atracciones de los mercadillos navideñoss centroeuropeos: los puestos de comida y bebida ¡ese gluh wein!. Está bastante bien el echarse al coleto un vinillo caliente cuando la temperatura baja de los 5ª. De hecho son los puestos más concurridos.

El segundo día hicimos una visita guiada con un efecto beneficioso sobre mi ego. Entendí casi todas las explicaciones de la guía, una muchacha que no necesitaba el clásico paraguas para evitar el extravío de los turistas. Incluiré una foto de la guía para que podáis apreciar cómo lo hacía. Muchas curiosidades sobre la ciudad y algunos de sus habitantes, incluyendo historias de fantasmas, la de la mujer que sobrevivió al ahorcamiento y los inicios de una de las escocesas más famosas; JK Rowling, la creadora de Harry Potter.

Edinburgh es una ciudad oscura: nubes y piedras grises, con un centro espectacular para su tamaño. Los escoceses, gente afable y bien dispuesta. Un destino recomendable y, sin duda, una de mis ciudades favoritas. Eso sí, un mal sitio para hacer dieta. Los fritos (con alguna sustancia que prefiero ignorar), la mantequilla, el haggis y demás embutidos que riegan con alcohol en dosis generosas hacen que tengan una incidencia de enfermedades cardiovasculares por encima de la media europea. Al menos, el whisky de malta compensa los riesgos sanitarios, algo que no es extensible a todas las especialidades culinarias (ese pescado frito en grasas desconocidas…) .
No fue este un viaje de mucha exquisitez: Comidas en pubs a base de plato del día. No son grandes manjares pero sientan bien tras un día de pateo intensivo bajo unas condiciones ambientales un tanto desapacibles.

Bueno, dejo ya el post. Más adelante, espero que antes de fin de año, dejaré que las fotos hablen por mi.

Este post lo he terminado y publicado desde un autobus, camino a León.