Citas.

"La vocacion del politico de carrera es hacer de cada solucion un problema. "
Woody Allen

"La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnostico falso y aplicar después los remedios equivocados."
Groucho Marx

"la política es demasiado importante como para dejarla en manos de los políticos profesionales"
Varios autores

viernes, abril 01, 2011

Giros del destino

Esta es una entrada que lleva mucho tiempo retrasada, me la guardaba en la manga para algún periodo de inactividad. Pero no es una entrada de relleno, para eso tengo más vídeos en youtube. Sucede que no sabía cuándo colocarla. Al final he decidido que sea hoy. Porque alguna vez tenía que dar salida a esto.

Situémonos, agosto de 2009, viaje a Guatemala.

Desde los dos primeros días del viaje, habíamos echado el ojo a un par de adornos de metal para regalo.

Uno, un pez en el hotel de Guatemala city, como íbamos a estar dos veces más en el mismo hotel decidimos no comprarlo y esperar. No encontramos abierta la tienda ninguna de las estancias sucesivas.

Dos, un lagarto de metal en Antigua, esta era más fácil, pero al final del viaje cuando lo examinamos de cerca no nos convenció: no estaba bien acabado y era más bien caro.

Total , que el último día por la mañana, haciendo tiempo hasta que nos fuesen a buscar, quise ir hasta el río que baña Antigua, mientras mi santa me esperaba sentá cerca del convento Santo Domingo. Allí me di cuenta de que el río no llegaba a la categoría de arroyuelo, a pesar de las lluvias de los días anteriores, y de que había dos talleres que vendían las lagartijas de marras a mejores precios y con mejores calidades.

A continuación, nuestro chófer nos pregunta si nonos importa ir al hotel  donde nos habíamos alojado a  buscar a otros viajeros. Aceptamos y ¡bingo!, la tienda estaba abierta y compramos el dichoso pez.

No acaba aquí la secuencia de situaciones afortunadas, esas pequeñas circunstancias que te reconcilian con la fortuna aunque no te cambien la vida. Cuando nos dirigíamos a facturar, nos pasaron a primera "por ser buenos clientes". Ir en primera en un vuelo transatlántico marca una diferencia. Mientras en turista tienes un asiento normal, en primera viajas en una especie de cama plegable. En turista te tienes que conformar con las películas que proyectan en las pantallas comunes, en primera eliges en tu pantalla entre unas 100 opciones más juegos y música (Nota: en otras compañías, el entretenimiento es común, pero Iberia no ha llegado a eso). En turista te dan una bandejita con comida, en primera tienes hasta carta de vinos... y te dejan repetir.

En esas estábamos, cuando el avión se dispone a despegar, va tomando velocidad y, de repente, frena en seco. El libro que leía se va volando hacia el asiento de adelante por la inercia y el frenazo, y sin el cinturón, posiblemente yo también. El piloto nos comunica que han detectado una avería electrónica y que debe revisarlo e intentar repararlo antes de despegar. Espera tensa. Otro comunicado del capitán; el aparato que falla es el indicador de velocidad en vuelo, esperan evaluación de reparación. Pasa una hora. Y el capitán anuncia que no hay nada que hacer; hay que desalojar el avión, recoger el equipaje y esperar que nos lleven a un hotel.

En menos de hora y media habíamos recogido el equipaje y estábamos en el hotel seleccionado (un Holyday Inn) cenando y haciendo cábalas cuándo nos iban a embarcar en oro vuelo. Resulta que el único vuelo transatlántico de ese aeropuerto era el nuestro y eso no facilitaba las cosas. Además empezaban a propagarse los cuentos de terror entre los pasajeros:
- que si la avería era la misma que había hecho desaparecer al airbus que volvía de Brasil a Francia
- que si además esa era una avería muy común entre los airbus 330, pero que no se difundía
- que el avión había parado a menos de 50 metros de un desnivel de unos 200 que había en el límite del aeropuerto.

Esa noche, en el hotel pude acabar de ver un documental sobre el punk que había empezado a ver en otro hotel. También es coincidencia aunque no se puede decir que fuese muy grande.

Por la mañana, nos llaman diciendo que tenemos el desayuno pagado. Al cabo de un rato, otra: en recepción al cabo de una hora. En el desayuno, había quien le encontraba el punto positivo: no había estado en un hotel mejor en toda la estancia en Guatemala... dispuestos a esperar lo que hiciese falta. En realidad la peor parte era la de no saber nada de nada y tener que estar en la habitación del hotel esperando, pero eso ya no nos afectaba. O sí, nos dicen unos que ya estaban esperando el autobús, y nosotros a 15 pisos de las maletas. Tras una carrera para subir y bajar, Isabel descubre que no tiene el pasaporte. Allí me quedo en recepción guardando la posición mientras va a buscarlo.

El resto del viaje no tiene mucha historia: vuelo con escala en San José de Costa Rica. Nos mantienen la primera clase, lo que nos da acceso a las salas VIP de Guatemala y San José. Y llegamos con un día de retraso sin más novedad.

La segunda parte, viendo la documentación del viaje, gestionado por el grupo viajes Marsans, veo que nos habían colado dos seguros y uno de ellos incluye un seguro por retraso sin especificar causa. La reclamación del seguro daría para dos posts más, eso si que fue largo (más de tres meses). Pero finalmente acabamos con una indemnización de 1100 euros cada uno. No puedo decir que fuese un mal final.

3 comentarios:

Pablo dijo...

El autor cuenta en 73 líneas una visión muy personal de su viaje a Guatemala.

don´t dijo...

Un día más de estancia, viaje en primera y 2100 de propina: no hace falta ser líder empresarial para saber que ese negocio no funciona.

heptafon dijo...

Lo del viaje en primera va por cuenta de Iberia, no de la compañía.

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