Silencios

Me acabo de enterar, por los periódicos podría decir, pero ha sido por don't, de que don Theo ha estado a punto de abandonar el blog, o de tomarse unas vacaciones. Y cuando me enteré, ya había vuelto a publicar una entrada. El día que deje este blog (si llega) no se si lo anunciaré, he presenciado en varias ocasiones las falsas despedidas (ojo, no digo que Mr sarapo haya ido por ahí) de algún miembro de una comunidad virtual simplemente para que todos le digan, "no te vayas, te queremos". Y no se qué me inspira más temor, si ser capaz de hacer el paripé de esa manera o que pasasen los días sin un comentario de "quédate, que más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer".

Por otra parte, si me atenaza el vértigo de la pantalla blanca, lo dejo correr y no escirbo nada. Estoy lo suficientemente desconectado de la blogsfera como para que haya pasado una semana entera sin entrar ni en este ni en casi ningún blog. Sucede que en el trabajo no puedo entrar a mi blog ni comentar en otros y cuando llego a casa puede que hayan pasado ya las 21.00 y no tengo ganas de más ordenador. Aunque las tenga, que puede pasar, mi santa se ha enganchado a un simpático juego en el que una rana debe quitar bolas de enmedio. Y así no hay manera.

Entonces, ante la ocupación  me he enganchado a dos series de los 80, una por nostalgia: Saint Seiya un culebrón anime que mezcla mitología y peleas interminables. Y otra, descubierta hace poco: Yes Minister, todo un hallazgo que muestra a las claras como funciona el mecanismo burocrático de una nación occidental.

Ayer volvió a ganar Fernando Alonso en F1. No sé porqué, pensé que no era una obsesión nacional tan intensa como hace 4 años. Al ver los periódicos hoy, vi que me equivoqué. Portada del Marca a doble página y destacado en todas las portadas. Es algo que se me escapa totalmente, no entiendo en absoluto qué hay de atractivo en la F1 (aparte de las azafatas), independientemente que haya 3 españoles o no.FA tiene un coche bueno y gana, probablemente porque sea mejor piloto que los demás. Pero no le veo el tilín. Probablemente el record del mundo de gang bang me interese más o, sin ponerse sicalíptico, la aparición de los vencejos por primavera.