La llegada a Toronto: aeropuerto grande y moderno, un preludio de lo que es la ciudad, que ya he calificado en el blog de Juanjo como la NY de la frontera. Dinámica, multicultural, llena de negocios y rascacielos, la ciudad se agazapa, mejor dicho, se despliega sobre una extensa llanura a la orilla del lago Ontario. Pero tiene algo de inacabado que la diferencia de Manhattan. Las obras y construcciones surgen por doquier. Al lado de nuestro hotel en la Yonge st, la 5th av de Toronto, estaba anunciado el edificio de apartamentos más grande de Canadá, en plena construcción. Los apartamentos más baratosn rondaban los 900000 $ canadienses (unos 750.000 €)..
Toronto es una ciudad en expansión. Las orillas del lago, al oeste de la torre están llenas de nuevos bloques de apartamentos y creciendo... Estaban preocupados porque después de dos años de subidas de los precios de la vivienda habían bajado un poco. Es, sin duda, otro mundo.
Toronto excedió mis expectativas por su tamaño, su población (sobre 5 millones), su mezcla cultural y su actividad, señal inequívoca de que no había preparado mucho el viaje.
En los hoteles no se puede fumar como norma general. En algunos amenazan con un cargo extra por limpieza si descubren actividades fumatorias en la habitación. Ese cargo, en nuestro hotel en Toronto eran 200$, pero en Ottawa era de 500$. Por ese precio creo que volvían a pintar la habitación.
Me llamó la atención la cantidad de colgados y/o homeless en Toronto (y luego en Montreal aún más). Se ve que el sueño canadiense no llega a todos.
Por lo demás las escasas 18 h que pasamos en Toronto no dan para muchos más comentarios. Vimos la universidad y subimos a la torre de Toronto, desde donde se ve ... Toronto entero (no he podido resistirme al chiste fácil).
Eso sí, esta entrada será modificada más adelante para incluir fotos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario