Llevo desde septiembre escribiendo sobre Japón y me doy cuenta que no he escrito nada sobre uno de los detalles cotidianos que más me llamó la atención. Me refiero a los baños, en general. Tanto el inodoro como la ducha y la bañera.
Empezamos por el primero. Este era el que teníamos en la habitación en Tokio. Si os fijáis, tiene un brazo con unos botones a la derecha.
Aquí hay una vista un poco más cercana. Esos botones sirven para mandar un chorro de agua, mandar un chorro de aire y finalmente para apagar tanto uno como otro chorro.
Aquí está el mecanismo revelado. Esta foto la encontré por internet. Normalmente sólo sale el tubo y el chorro cuando hay peso en el asiento.. Estos inodoros eran los normales no sólo en los hoteles sino en los servicios públicos: un wáter y un bidet en el mismo aparato. El agua de la cisterna y la del chorro son independientes. La del chorro suele estar caliente...
Estos botones son autoexplicativos. El único matiz es que en vez del sonido de cisterna, más parece un sonido de cascada, mucho más continuo e intenso.
Y otra rareza, el combinado lavamanos con wc. Bien pensado, el agua de lavarse las manos se reutiliza para vaciar la cisterna, que no para el chorro. Aquí tenéis más ejemplos
Para que no penséis que todo el monte es orégano, ahí va un ejemplo de retrete tradicional japonés.
y aquí sus instrucciones de uso
Otra diferencia notable está en las duchas. La mayoría de las duchas están pensadas para utilizarlas sentado en una pequeña banqueta de plástico, de ahí la altura de los grifos. Es difícil ducharse de pie, porque a veces no hay soporte para el grifo y hay que sostenerlo a mano. Pero ducharse sentado no es ninguna tontería. Se llega mucho más fácil a los pies y piernas y se reducen los riesgos de resbalón.
Un par de ejemplos de duchas en el ryokan de Takayama.
Y en el hotel de Kyoto. no son muy buenas tomas, pero os hacéis una idea.
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