Vértigo.

Tengo vértigo. Cada vez que intento utilizar mi sentido del equilibrio,l por ejemplo, para andar, tengo la sensación de haber montado en una barquichuela con marejadilla. Y es incómodo e incapacitante. Cuando recorrer el pasillo se convierte en algo parecido a recorrer el Titanic tras su encuentro con el iceberg. En las fases agudas, además tengo náuseas y lo único que puedo hacer es tumbarme en la cama con la habitación en penumbra y esperar que pase la crisis. Llevo, con altibajos, dos semanas así, alternando días buenos y malos. Pero no he podido encadenar dos días seguidos en el trabajo. El tener un ordenador delante me fastidia bastante. Es la razón por la que no he actualizado el blog, ahora que ya tenía la decisión tomada sobre la manera de contar el viaje y las fotos subidas a Picassa. BTW también es la razón de mi inactividad en el ciberespacio en general. En fin ya es bastante por hoy. Seguiré informando.