Las noches indias

En estas fechas, se tiende a beber y comer más que de costumbre. En León los bares están abarrotados y es fácil el reencuentro con viejos conocidos en la doble utilización de viejo como  adjetivo y como nombre, que los años no pasan en balde. Y precisamente este rasgo de la cultura leonesa en particular y occidental en general, que es el consumo de alcohol en lugares públicos sirve de factor diferenciador claro con la India. A excepción de los sitios enfocados al turista no existen prácticamente bares en el común de las ciudades indias.Y no hablemos de otros garitos como discotecas o pubs.

¿Quiere esto decir que está prohibido beber? Pues no, simplemente mal visto. Se puede beber una de las cervezas locales (Kingfisher, Cobra) en cualquier restaurante sin que a nadie se le abran las carnes pero eso del gintonic (inventado en la India) o del ron con cocacola fuera de los bares de los hoteles no se estila.

Hay sitios donde se puede comprar alcohol, lugares bastante lóbregos, como salidos de una película de la ley seca. Se vende por ejemplo un muy pasable ron local en botellas de 0,1 y 0,2 l a menos de 1 euro y la gente en general no se detiene en el sitio. Se adquiere el producto y se abandona el lugar rápidamente, como temiendo ser descubiertos en la transacción.  

La situación cambia en las grandes ciudades, más tocadas por la influencia occidental, pero aún así, es difícil encontrar algo de animación fuera de los hoteles por la noche. Ojo, los hoteles no tienen porqué estar enfocados al turismo extranjero para albergar garitos de esos, pero parece que tienen el casi monopolio de la vida nocturna india. En varios de ellos coincidimos con celebraciones varias totalmente locales: bodas, convenciones de empresas, etc Y en un par de ocasiones me aventuré en un bar de hotel para encontrarme  una  clientela exclusivamente masculina y local que apuraba sus bebidas en un ambiente, por lo demás no excesivamente diferente del de un sitio similar en otra parte del mundo. Yo, que estaba solo, me entretenía con los programas de la tv, que merecen  un capítulo aparte.

Seguiré con los dos estados que me quedan en un plazo no demasiado largo, espero.