Para empezar, Quebec es la capital de Quebec provincia, algo que no debe extrañar a los habitantes de Tarragona, Murcia, Segovia, Zamora o León. Aunque Montreal sea de largo la principal ciudad, Quebec es la capital, y por tanto sede del parlamento provincial.
Quebequenses vestidos de habitantes de la nueva Francia.
Esta y la siguiente son el castillo Frontenac.
Con sus callejas con casas que rememoran el s XVII (la mayoría restauradas, pero bueno), los antiguos edificios administrativos coloniales, las iglesias y la impresionante mole pseudo medieval del castillo Frontenac, Quebec es un parque temático. Un trozo de la vieja Europa a menos de mil km de las grandes urbes del este americano. Si, además, se llega a la ciudad durante el fetival de la nueva Francia, donde los quebequenses se visten como lo hacían los fundadores de la colonia en el siglo XVII, es impresión se acentúa. Y, como parque temático de éxito, está llena de turistas: más de 5 millones al año. Dado que cuenta con una climatología donde -20ºC no es una rareza en invierno, supongo que más de la mitad de los visitantes se concentran en el viejo Quebec y en verano. Resumiendo; Quebec estaba hasta arriba de turistas.
El viejo Q está lleno de establecimientos que maman de la teta del turismo: restaurantes, tiendas de ropa, tiendas artesanales (más o menos made in China), etc. Eso sí, con un gusto muy superior al del tinglado de Niágara. Aquí pude ver por primera vez una tendencia que se confirmaría posteriormente en otros lugares: las tiendas de souvenirs además de vender productos chinos, están regentadas en un gran porcentaje por ciudadanos de dicho origen. Vamos que vienen a ser las tiendas de todo a cien de acá.
Además, como cita JJ en su blog, Q es el centro del sentimiento separatista, más de 95% de francoparlantes que "se acuerdan" de sus orígenes franceses. ¿La eterna vuelta a un pasado inexistente por idealizado característica de muchos nacionalismos?. Sin duda, así será en algunos casos, como también sucede por estos lares....
3 comentarios:
Por cierto, también tengo críticas en tripadvisor de los hoteles deonde estuve. Igual pongo algún enlace.
La Conferencia de Yalta se gestó en el bar del Chateau Frontignac, uno de los sitios más agradables que he visitado
Je me souviens...
Increíble la palurdez del quebecuá medio.
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