Pekin (o Beijing) es la capital de China y una de sus ciudades más grandes y antiguas, según wikipedia sobre 20 millones de habitantes y más de 3000 años de historia. Sin embargo aunque sea muy fácil ver algunos de los 20 millones de pekineses, no es tan fácil ver los remanentes de la historia. La modificación de la ciudad durante los últimos 60 años ha sido brutal y, aparte de los principales edificios (ciudad prohibida, templo del cielo, el palacio de verano) queda poco de la antigua ciudad anterior a la segunda guerra mundial. Únicamente perviven algunas de las calles con antiguas casas donde vivían los cortesanos de la época de los mandarines: los hutongs.
De la ciudad prohibida y la plaza de Tianamen (que queda al lado) poco voy a decir. Todo el mundo ha visto fotos de estos lugares. el retrato de Mao, la foto del chino delante de la columna de tanques, las películas de Bertolucci (el último emperador) y de Zhang Yimou (la maldición de la flor dorada) o documentales varios. Es impresionante la cantidad de turistas que hay, en su inmensa mayoría orientales, como ya dije en la entrada inicial.
Al norte de la ciudad prohibida se encuentra la colina de carbón, construida con la tierra que sacaron para hacer el foso del palacio imperial. Hay varios templos y muy buenas vistas.
El templo del cielo es uno de los escasos templos que sobrevivieron al celo de la revolución cultural.
El palacio de verano; con sus jardines al lado de un lago a donde dan también algunas de las viviendas de los actuales mandatarios.
¿había dicho ya que llovía?
Un aspecto de China ligado a su capital: la política.
El sistema político de China es básicamente una dictadura que ya no puede llamarse del proletariado, que da libertad económica y niega las disidencias. Bueno, no es que las niegue, es que las reprime. Hay elecciones donde se puede elegir entre el camarada del partido y otros afines, vamos, como si aquí tuviésemos para elegir los diferentes partidos falangistas que habitualmente concurren a las elecciones. No existe la sanidad pública; como en USA, la empresa paga un seguro. En cualquier caso se paga primero, se contacta con el seguro después. Y el control estatal se refleja en numerosas reglamentaciones: no puede comprar casa en Pekín el que no lleve pagando impuestos en la ciudad unos cuantos años (no recuerdo cuantos). Para evitar la especulación se prohibe vender la casa durante cinco años, so pena de pagar más impuestos que la posible ganancia. La famosa política del hijo único es otro caso claro.
Me fue imposible conectarme a diferentes sitios de internet, (un poquito de censura, vamos): ni Twitter, ni Facebook ni según que páginas de wikipedia resultaban accesibles desde las wifi de los hoteles. Y por supuesto, nada de sexo.
En resumen: es un régimen autoritario que se ha ido desideologizando progresivamente, adoptando políticas económicas capitalistas aunque con un fuerte intervencionismo estatal.
1 comentario:
Jesús, muy buena visión de Pekin y la política China, más cerca que nunca del capitalismo.
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