Allá a mediados de los 70 se empezó a emitir una serie japonesa en televisión. En la única que había en toda España, TVE. Ahí salían una serie de críos con ojos grandes correteando por los alpes, el primer contacto con el anime para muchos. El señor que estaba detrás del diseño de los escenarios bucólicos donde vivían Niebla, el abuelo, Heidi o Clara era Hayao Miyazaki. Este señor, junto con otros dos, fundó el estudio Ghibli unos años después (1985).Con este estudio dirigió varias de las películas más fascinantes de la animación mundial como Totoro, la princesa Mononoke, Ponyo en el acantilado o el viaje de Chihiro (oscar 2002). Entre 1999 y 2001 diseñó y construyó un museo dedicado a la animación en general y a sus producciones en particular.
Cuando me enteré de la existencia de este museo quise ir, y lo encargué a la agencia que nos gestionó el viaje.Además, la visita al museo nos permite conocer una parte del área metropolitana de Tokio más residencial, alejada del torbellino del centro, la ciudad de Mitaka. Se encuentra en las afueras del parque Inokashira, que también contiene un pequeño zoo y un museo de arquitectura tradicional.
La zona de Mitaka reproduce a escala más pequeña el esquema de Tokio: hay una zona comercial pegada a la estación que rápidamente se diluye en un mar de casitas de uno o dos pisos con su jardincillo. El parque debe ser agradable fuera del verano, tiene su popularidad en tiempos de Sakura (floración del cerezo). A pesar del calor, al menos los árboles resguardan del sol inclemente que había ese día.
El museo en sí es de obligada visita si se viaja con niños y, al igual que las películas, deja mucho espacio para el disfrute adulto. Enseña los principios básicos de la animación, técnicas y cómo se usan en las películas del estudio. También muestra fuentes de inspiración para las películas y los escenarios de las mismas. Arquitectónicamente es destacable también, con su entrada subterránea y su jardín, una selva en miniatura en la azotea. La organización del espacio interior es peculiar, con escaleras de caracol, pequeñas puertas, pasajes elevados, no es, desde luego un edificio vulgar. La decoración hace alusión a temas de las películas, en general con un aire de principios del sXX. Tiene una pequeña cafetería muy agradable y una pequeña sala de proyección donde exhiben un corto inédito. En suma: una interesante digresión si se viaja a Tokio. Indispensable llevar los billetes comprados. Suelen estar agotados. La visita nos llevó unas dos horas y media incluida cerveza en la terraza. Hay que contar con un viaje de unos 20 minutos en tres desde Shinjuku a la estación de Mitaka y luego unos 20 minutos a pie desde la estación al museo. También hay un autobús para los vagos o en caso de tiempo adverso.
Mis fotos, donde se podía hacerlas, en el exterior.
La taquilla
el edificio por fuera
otra foto de la fachada
El tejado
Sí, esto es el tejado
vista desde el tejado
la taquilla con Totoro.
Algunas fotos están hechas con la cámara y otras con el teléfono, A ver si averiguáis cuáles.
Mis fotos, donde se podía hacerlas, en el exterior.
La taquilla
el edificio por fuera
otra foto de la fachada
El tejado
Sí, esto es el tejado
vista desde el tejado
la taquilla con Totoro.
Algunas fotos están hechas con la cámara y otras con el teléfono, A ver si averiguáis cuáles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario